Su tamaño y la capacidad de su superficie para reflejar la luz, hacen que sea el instrumento ideal para los satélites a la hora de calibrar sus instrumentos de medición. Se trata del Salar de Uyuni, el mayor desierto de sal del mundo, con una superficie de 12.000 kilómetros cuadrados:
Visto en Fogonazos
jueves, 6 de marzo de 2008
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