Un artista israelí llamado Daniel Rozin ha creado un espejo que está compuesto por 830 pequeños cuadrados de madera conectados a servomotores. Éstos están conectados a una cámara que se encarga de examinar al visitante situado frente al espejo, y un ordenador analiza la imagen captada por dicha cámara y controla el movimiento de todas las piezas para que reflejen la figura de quien posa ante esta creación. Realmente original:
Vía Yonkis.com
jueves, 24 de enero de 2008
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