Por suerte tenía tanta gente con la que quería compartir un día así que no daba abasto, vi el partido en tres sitios diferentes, y al terminar, y ver la alegría de la gente, sobre todo de aquéllos que ya hemos vivido unos cuantos Mundiales y Eurocopas, pensé que estos chiquillos no se darían cuenta realmente de lo que habían conseguido hasta dentro de mucho tiempo.

i cugini spagnoli, los primos españoles, como nos llamaban los italianos hasta hace poco, como si fuéramos el primo pobre que vive en el campo, han impuesto un respeto que se extiende más allá de lo futbolístico, nos han devuelto la ilusión, y a muchos, aunque sea por un día, nos han hecho un poco más felices.
Gracias campeones!
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